martes, 30 de noviembre de 2010

Confiemos en el Poder de Dios!

En medio de tantas palabras de alarma y angustia, el Señor ha puesto en mi corazón compartir Su Palabra con todos ustedes; "...a fin de que por la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza." (RVR) Romanos 15:4b.

David dice de Jehová: "Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres; Ofrezcan sacrificios de alabanza, Y publiquen sus obras con júbilo. Los que descienden al mar en naves, Y hacen negocio en las muchas aguas, Ellos han visto las obras de Jehová, Y sus maravillas en las profundidades. Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso, Que encrespa sus ondas. Suben a los cielos, descienden a los abismos; Sus almas se derriten con el mal. Tiemblan y titubean como ebrios, Y toda su ciencia es inútil. Entonces claman a Jehová en su angustia, Y los libra de sus aflicciones. Cambia la tempestad en sosiego, Y se apaciguan sus ondas. Luego se alegran, porque se apaciguaron; Y así los guía al puerto que deseaban. Alaben la misericordia de Jehová, Y sus maravillas para con los hijos de los hombres." (RVR) Salmos 107:21-31.

El Apóstol Mateo dice de Jesús: "Y entrando él en la barca, sus discípulos le siguieron. Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca; pero él dormía. Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza. Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?" (RVR) Mateo 8:23-27.

Note lo que el Señor Jesús dijo: "El les dijo: ¿Por qué teméis, hombres de poca fe? Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza." (RVR) Mateo 8:26.

Ahora, veamos la reacción en los discípulos: "Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?" (RVR) Mateo 8:27.

El Señor Jesús nos invita a confiar en Él, porque "...aun los vientos y el mar le obedecen". AMÉN. Así que, estemos confiados en el Señor Siempre, porque "fiel es que prometió, quién también hará".